Cumplir
El verbo cumplir está relacionado al deber. Una debe cumplir con sus tareas, obligaciones, horarios y agendas. Lo prometido es un compromiso y lo cumplido es su manifestación. Cada trescientos sesenta y cinco días aproximadamente, cumplimos años y celebramos el logro de haber viajado alrededor del Sol en esta piedra flotante una vez más. Hoy cumplo veintinueve años, el penúltimo año de mi tercera década, aún sin saber bien con qué sí y con qué no he cumplido en mi vida.
Pienso en todo lo que he logrado y en la efímera satisfacción que he sentido, recuerdo las metas que tuve hace dos, cinco, o hasta diez años y todas me parecen cualquier cosa, la nada, más capricho que ambición, y me doy cuenta que he crecido. Los sueños de la niña y adolescente que fui se fueron disipando para dar lugar a los sueños de una mujer adulta, con los pies plantados en la tierra y la mirada fija en el cielo. Cumplir sueños tiene menos que ver con la disciplina y más que ver con la magia.
He dejado de pedir deseos al soplar las velas, encuentro paz en saber que mi vida simplemente es y ya, con sus altos y bajos, con sus tristezas, que no son pocas, y con sus alegrías, que son casi un exceso. Ser y ya, para algunos podría rayar en la mediocridad, pero para mí hoy es más que suficiente, la ambición que rige mi vida es la de estar bien, y no sólo bien: de estar lo mejor posible, de estar con la gente que amo.
Entre más crezco, más me doy cuenta de que casi todo lo que antes soñé hoy me resulta irrelevante, mi deseo ha cambiado de forma y de sabor, ha crecido conmigo, y entre más grandes somos, menos nos pesa la vida, vamos ganando volumen y ligereza. La vida que alguna vez me pareció aburrida hoy me causa curiosidad y emoción, he hecho de mí misma un hogar en el cual habito y dejo entrar a la gente que lo hace mejor y más hermoso. He construido una vida que jamás imaginé posible a lado de alguien con quien nunca esperé coincidir y en quien he encontrado un refugio y una familia.
Me ilusiona el futuro que antes me paralizaba, anhelo las sorpresas que me traerá este ciclo que comienza, vivo por la posibilidad, camino con certeza de que todo siempre mejora y que la vida nos acomoda en el lugar al que pertenecemos. Termino de escribir esto mientras camino en el bosque y respiro el aire limpio, cierro los ojos y dejo el viento me sople a mí.
